Cuántas veces habré escuchado decir “la música no sirve para nada”, “es que yo sólo escucho cadena dial y música FM”, “no entiendo como a la gente le gusta tocar un instrumento si es muy difícil y no te aporta nada” o la frase que a mi más me gusta pero a la vez la que más odio “¿Y que haces a parte de la música? Porque necesitarás hacer algo más ¿no?”
Pues muy bien, yo os diré que al principio sentía lo mismo, pensaba que era una tontería esto de empezar algo que ni siquiera sabía que me iba a salir bien, que no era necesario en mi vida, que era una pérdida de tiempo y más siendo tan pequeña que puedo divertirme haciendo otras cosas, pero…¿Por qué no intentarlo? Porque no puedes juzgar una cosa sin antes conocerla, porque no puedes hablar mal de nada sin antes saber de qué trata (y porque tocar la flauta dulce en 2° y 3° de la ESO no te hace odiarla).
Aunque digan que la música es un don y se nace sabiéndola, es totalmente mentira, porque tú no naces sabiendo jugar a baloncesto o sabiendo cocinar, o simplemente no naces sabiendo que vas a ser actriz y vas a ser modelo en las pasarelas de París. Para conseguir un objetivo no tienes que esperar sentado en una silla para tenerlo; tienes que intentarlo y hacer un esfuerzo para conseguirlo; si sale mal, la vida te dará más de una oportunidad para hacerlo bien.
Y entonces…¿Por qué no lo intentamos?