Cuántas veces habré escuchado decir “la música no sirve para nada”, “es que yo sólo escucho cadena dial y música FM”, “no entiendo como a la gente le gusta tocar un instrumento si es muy difícil y no te aporta nada” o la frase que a mi más me gusta pero a la vez la que más odio “¿Y que haces a parte de la música? Porque necesitarás hacer algo más ¿no?”
Pues muy bien, yo os diré que al principio sentía lo mismo, pensaba que era una tontería esto de empezar algo que ni siquiera sabía que me iba a salir bien, que no era necesario en mi vida, que era una pérdida de tiempo y más siendo tan pequeña que puedo divertirme haciendo otras cosas, pero…¿Por qué no intentarlo? Porque no puedes juzgar una cosa sin antes conocerla, porque no puedes hablar mal de nada sin antes saber de qué trata (y porque tocar la flauta dulce en 2° y 3° de la ESO no te hace odiarla).
Aunque digan que la música es un don y se nace sabiéndola, es totalmente mentira, porque tú no naces sabiendo jugar a baloncesto o sabiendo cocinar, o simplemente no naces sabiendo que vas a ser actriz y vas a ser modelo en las pasarelas de París. Para conseguir un objetivo no tienes que esperar sentado en una silla para tenerlo; tienes que intentarlo y hacer un esfuerzo para conseguirlo; si sale mal, la vida te dará más de una oportunidad para hacerlo bien.
Y entonces…¿Por qué no lo intentamos?
Por qué nos cuesta tanto aventurarnos a realizar cosas nuevas? Por qué muchos no se atreven a perderse en un mundo desconocido? Por qué somos tan cómodos y preferimos quedarnos sentados a que nos lluevan los éxitos? Así podríamos seguir con una inmensa lista de por qué cuyas respuestas traspasan la barrera del conformismo que much@s han decidido establecer como fortaleza de sus vidas creyendo que el miedo será su mejor aliado. Enhorabuena a aquellos que deciden embarcarse en el camino de la reflexión y deciden ver frutos de ese árbol que han ido regando desde sus inicios. Citando a Paulo Freire, recuerdo que somos seres para la transformación y no para la adaptación, así encontraremos en la reflexión la sabiduría necesaria para cuestionarnos nuestros hábitos y hacernos dueños de las riendas de nuestras vidas.
ResponderEliminarBrindo porque esa lista de por qué retumbe cada vez más fuerte en nuestros corazones y concluyamos diciendo: y entonces... Lo intentamos?