domingo, 1 de noviembre de 2015

Recuerdos.

Os contaré aquella anécora cuando mi padre quiso meterme en la banda de música de Pinto, mi pueblo. Ese día fue de los peores de mi vida porque llegué a un lugar donde todo me parecía extraño, viendo a gente que no había visto jamás y a un tío que subía y bajaba la batuta (el palo, como dicen muchos) a 1000 km/H de velocidad…me asusté, mucho; me acuerdo que me miraban todos con cara de alegría porque iba a haber otra persona más en la agrupación, sin embargo mi cara era de pintarla en un cuadro y ponerla en el museo de “El Prado”.

En ese momento yo tenía diez años, pero lloraba en la puerta del aula como si tuviera dos, corriendo de un lado a otro evitando que mi padre me cogiera por detrás y me metiera en esa horrible clase; pero claro lo consiguió y ahí estuve dos horas de mi día intentando dar alguna nota que obviamente fue imposible. Dije que en la vida iba a volver a ese sitio pero a la semana siguiente allí estaba otra vez, sentada en la misma silla y con miradas asesinas hacia mi padre y hacia todo aquel que me ponía una sonrisa.

Pasaron los meses y me iba acostumbrando a ver esas mismas caras todas las semanas, empezaron los conciertos y los viajes, y más tarde empezaron los solos, sí, esas partes en las que tú tocas sin nadie que te acompañe, que estás sola ante el peligro y que si te equivocas es sólo tu culpa; bueno pues en esos momentos me empecé a dar cuenta de que las cosas que te cuestan son las que realmente valen la pena.

Esta soy yo en un certamen en Cullera, Valencia en abril del 2015 con la banda de Pinto, con mi banda. Después de contaros todo esto, ocho años son pocos comparándolos con las experiencias que me quedan por vivir aquí y con aquellas que ya he vivido, porque como digo yo:

"Todo lo que consigues gracias a tu esfuerzo es para ti y puedes estar orgulloso"

4 comentarios:

  1. ¿Sabes que no te libras de que vayamos a cotillearte un día no? jaja

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  2. Una experiencia para recordar. Te ha marcado en la manera de ser: trabajadora, pertinaz, con los tus objetivos muy claros, serena y artística. Te puedo imaginar como un mico que corre perseguida por su padre, con dos ríos de lagrimones cayendo sobre tu carita sonrosada y con dos ojos enormes que pretenden ser duros con el padre "cruel" pero que en realidad son dos luceros de bondad. Y aquí está Carolina.

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  3. Como me gustan tus historias siempre, como dice Álvaro, me encantaría verte un día en directo :)
    http://lavidaespati.blogspot.com.es/2015/11/pon-una-vaporera-en-tu-vida.html

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  4. Me encantan las historias de cada persona, las experiencias, y los recuerdos, porque todos ellos nos definen. Dicen que los principios no son fáciles, pero soy de las que opinan, que los finales son encantadores. Este es un ejemplo, la música se ha convertido en parte de ti y eso nunca nadie te lo va a poder quitar.
    Suelo veranear en Cullera, así que si algún día vuelves por allí...avisame jaja un besito!!

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